
tratar de describirte es como intentar
describir a la naturaleza,
su maravillosa impetuosidad
sobrepasa cualquier pensamiento.
Porque eres como el universo,
tan complejo e inmenso,
tan extenso y profundo.
Eres como las olas del mar
que vienen y van,
así de indeciso eres.
Eres como los rayos del sol,
igual de resplandeciente,
como las aves del cielo
que no tienen rumbo fijo.
Eres como mi corazón,
porque te tengo conmigo y,
sin embargo, resultas igual
de distante que
el punto donde creo
se juntan el mar y el cielo.
Eres como el viento que sopla
que siento y que no lo veo,
y a ti te veo, pero no te siento,
y creo conocerte pero no es cierto.
Sulem Romero Salamanca
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