domingo, 17 de agosto de 2008

El maravilloso mundo de Ray Bradbury

Título: Crónicas marcianas
Autor: Ray Bradbury
Año: 1984
Editorial: Minotauro
País: Argentina
Páginas: 244

Resumen: Los avances científicos y tecnológicos, hacen de la Tierra, un lugar con mayores comodidades; pero esta es una arma de doble filo, los precios que debemos pagar son más altos que los beneficios que nos proporciona; contaminación ambiental y guerras son muestras de cuánto podemos destruirnos entre nosotros y todo lo que nos rodea. Muchas personas reflexionan sobre esto y deciden volver a empezar en otro lado, lejos de los problemas de la Tierra, buscar otro planeta habitable, Marte es el planeta perfecto. El libro en sí, nos muestra una serie de capítulos sobre diferentes personas que buscan una nueva oportunidad de vida, cómo se empieza a poblar un planeta aparentemente extinto, sin vida. La gente que llega a Marte, no quiere lidiar con las leyes o protocolos de la Tierra, porque provocaría el mismo caos del que escaparon.

Fragmento favorito: Todo el capítulo de "Vendrán lluvias suaves".

Comentario: Es mi libro de ciencia ficción favorito; lo podrás notar en la imagen escaneada de la portada que te muestro, está algo blanquizca a los lados y en la parte inferior se doblo un poco, debido a tanto que lo leo. Bueno, hablando del autor; Ray Bradbury nos fascina con sus narraciones fantásticas, casi poéticas, no en balde es uno de los mejores escritores sobre este género literario; mediante este viaje de ensueño, hace una crítica a la sociedad misma en la que vivimos; nos hace pensar que los seres humanos, donde quiera que vayamos, causaremos algún mal, que un planeta entero no nos es suficiente; en cierta manera tiene razón, llevamos un ritmo de vida tan acelerado, que nos es difícil cambiarlo, necesitamos todos los nuevos inventos que se han creado y a veces, queremos más y más; habrá un momento en que nuestro planeta no pueda ya albergarnos, y al igual que nuestro sistema inmunológico, para seguir subsistiendo, buscará la manera de eliminarnos; esto es solo un dicho, porque nosotros mismos hemos causado este catástrofe, más bien, nos dará la estocada final. No estoy exagerando, por desgracia estamos siguiendo este camino.


Título: De la ceniza volverás
Autor: Ray Bradbury
Año: 2002. Primera edición
Editorial: Minotauro
País: Barcelona
Páginas: 197


Resumen: La casa habitada por la familia Elliott, es el refugio para muchos fantasmas que se debilitan porque la gente ya no cree en ellos. Timothy, es un niño mortal, el bebé que adoptó la Dama Oscura y su esposo; alguien lo dejó en la puerta de la casa, con el Usher de Poe como almohada y un volumen de Shakespeare en los pies y con una nota pinchada en la bata: HISTORIADOR El habitante más pequeño de la casa, de solo diez años de edad, no solo tendrá la tarea de escribir sobre su rara y nueva familia, también será testigo de la desaparición de la misma. Por momentos lírica, punzante y estremecedora, "De la ceniza volverás" es la novela que Ray Bradbury escribió a lo largo de más de cincuenta años, a partir de sus primeros cuentos sobre la familia Elliot. Un libro de fantasía deslumbrante y lleno de humor que figurará entre sus obras maestras.


Fragmento favorito: Cecy voló por el aire, sobre los valles, bajo las estrellas, por encima de un río, de una laguna, de un camino. Voló invisible como los vientos del otoño, fresca como el aliento del trébol que crece en los campos a la luz de las estrellas. Se elevó en bandadas de palomas tan suaves y blancas como el armiño, se detuvo en los árboles y vivió en las hojas, que cayeron en tonos de fuego cuando sopló la brisa. Se posó sobre una rana verde lima, fresca como la menta, junto a un charco iluminado. Trotó en un perro lleno de abrojos y ladró para oír el eco en las paredes de distantes graneros. Vivió en fantasmas de dientes de león o en brumas fragantes y claras que se alzaban de la tierra olorosa.
Adiós al verano, pensó Cecy. Esta noche estaré en todas las cosas vivas del mundo.
Entonces habitó los esbeltos grillos de los caminos cubiertos de brea y más tarde se salpicó de rocío sobre un portón de hierro.
—Amor—dijo. ¿¡Dónde está mi amor!?

Lo había dicho en la cena. Y sus padres se habían quedado rígidos en su silla.

— Paciencia—le aconsejaron—. Recuerda que eres extraordinaria. Toda la familia es rara y extraordinaria. No debemos casarnos con la gente común. Si hiciéramos eso, perderíamos nuestra alma oscura. No querrás perder la capacidad de viajar a tu albedrío, ¿verdad? Entonces, ten cuidado. ¡Cuidado!

Pero, en su dormitorio del desván, Cecy se había puesto perfume y se había tendido, temblorosa e inquieta, en su cama con dosel, mientras una luna del color de la rosa blanca se elevaba sobre el campo de Illinois, convirtiendo en crema los ríos y en platino los caminos.
— Sí—suspiró—. Pertenezco a una familia rara y por las noches vuelo como los murciélagos negros. Puedo vivir en cualquier sitio: en un guijarro, un azafrán o una mantis religiosa. ¡Ahora!

El viento la llevó sobre los campos y los pastizales.

Vio las cálidas luces de las pequeñas casas de campo y las granjas, que brillaban con colores crepusculares.

Si no puedo enamorarme porque soy rara, pensó, ¡entonces me enamoraré a través de otra persona!

En el patio de una granja, en la noche fresca, una chica de pelo oscuro, de no más de diecinueve años, sacaba agua de un profundo pozo de piedra, cantando.

Cecy cayó, hoja muerta, en el pozo. Se quedó tendida en el tierno musgo del fondo, mirando hacia arriba en la fresca oscuridad. Luego se agitó en una ameba invisible. ¡Luego, en una gota de agua! Por fin, sintió que, en un jarro frío, la chica se la llevaba a los labios cálidos. Mientras ella bebía, se oyó un suave sonido nocturno.

Cecy miró afuera desde los ojos de la joven.

Había entrado en la oscura cabeza, y a través de los ojos brillantes veía las manos que tiraban de la tosca soga. A través de los oídos, oía el mundo de la joven. A través de la delicada nariz, olía su universo particular y sentía que este corazón especial latía, latía. Sentía que la lengua extraña se movía cantando.

Comentario: Este libro está lleno de magia, aventuras, suspenso y humor; a pesar de los años, Bradbury no pierde esa frescura en sus historias, sin duda, está entre los mejores escritores de ciencia ficción que he leído.
Aunque el autor habla de que la gente ya no cree en fantasmas, espíritus o en monstruos; la idea de su fin es imposible de creer, sería como dejar de festejar Halloween o el día de muertos, tradición prehispánica tan nuestra, tan mexicana. Los del más allá son también del más acá, son parte esencial de una cultura, como olvidar a la leyenda de la llorona que perdió a sus hijos o la sirena de la laguna de aquí (Huamuxtitlán) que llama a los hombres para que se la lleven, pero no tienen que voltear hacia atrás porque son “tragados” por el agua de dicha laguna.
Afortunadamente, existen obras maestras como ésta, que no dejarán que el polvo del olvido arrastre con ellos.

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